Ecosistema de lomitas, serranías y aguadas

Estos componentes de la geografía del Parque Nacional Pan de Azúcar se distinguen por ser las principales zonas de captación y reserva de agua del ecosistema que alberga al parque nacional, donde la aridez es un rasgo característico.

En conjunto esta área representa más del 90% de la superficie total de la unidad donde se distinguen tres componentes:

  • Lomitas, las comunidades que se encuentran representadas en este sitio se presentan como islas separadas por un hábitat hiperárido desprovisto de vegetación (Rundel et al., 1991) y se caracterizan por la presencia de farellones costeros con laderas abruptas donde las nubes son interceptadas desarrollándose una zona de neblinas que mantiene húmedas las laderas; dichas comunidades, son muy dependientes del comportamiento del régimen de precipitaciones asociado a eventos El Niño (Dillon & Rundel, 1990) que cíclicamente afectan al área.

Las nubes interceptadas forman neblinas que se conocen en el norte de Chile como «camanchacas» y son claves para comprender la distribución geográfica, el desarrollo y mantención de la diversidad florística y vegetacional, bajo la influencia de la camanchaca se desarrolla un tipo de vegetación baja que ha sido descrita como «formación de lomas» (Weberbauer 1911), «franja fértil» (Johnston 1929), «praderas en el desierto» (Goodspeed, 1961) y «oasis de niebla» (Ellenberg, 1959; Follmann & Weisser, 1966; Sielfeld et al., 1995). Estos oasis de nieblas se encuentran a lo largo de la zona del desierto costero desde los 5°S en el Norte de Perú hasta los 30°S en el Norte de Chile (Dillon, 2005; Pefaur, 1982; Rundel et al., 1991).

En términos de la conservación de estas comunidades, es importante señalar que si bien la extensión total de los desiertos costeros de Perú y de Chile alcanza hoy a unos 200.000 m2, el área cubierta por la vegetación aún en los períodos de desarrollo máximo, apenas supera unos 4.000 m2.

En comparación a Chile Central, el Desierto Costero de Taltal, uno de los objetos de conservación que se señalan en el decreto de creación de la unidad y representado en éste ecosistema, posee la formación vegetal con mayor biodiversidad en la Región de Antofagasta con cerca del 70% de las especies que se esperan para su área, también son las formaciones vegetacionales costeras las que presentan mayor porcentaje de especies endémicas para Chile (Squeo et al., 1998).

Estas formaciones se consideran ecosistemas relictos cuya sobrevivencia se encuentra amenazada por factores naturales y antrópicos, dado que la fuente de agua de estos ecosistemas son las camanchacas, la vegetación se concentra en laderas escarpadas y quebradas. Además, es altamente estratificada en función de la altura, permitiendo la expresión de una alta diversidad de especies de plantas entre 300-800 m.s.n.m. (Rundel et al., 1991; U. de Chile, 2005).

Entre las familias botánicas asociadas a estas formaciones y adaptadas a las condiciones climáticas propias de estas latitudes se encuentran las Asteraceae, Boraginaceae, Cactaceae, Malvaceae, Nolanaceae, Oxalidaceae, Poaceae y Solanaceae; se destacan como los géneros más abundantes Calandrina (3 especies), Cristaria (5 especies), Copiapoa (7 especies), Heliotropium (6 especies), Nolana (14 especies), Oxalis (6 especies) y Solanum (4 especies); presentando el oasis de Pan de Azúcar el mayor endemismo en relación a otros oasis de la región con un 76,4% de especies endémicas (Larraín, 2007).

Entre las especies de fauna asociada a éstas formaciones se encuentran mamíferos como Lama guanicoe, Lycalopex gymnocercus, Lycalopex culpaeus, Phyllotis darwini, Abrothrix olivaceus, Thylamys elegans; aves como Athene cunicularia, Caracara plancus, Geranoaetus polyosoma polyosoma, reptiles como Liolaemus nigromaculatus, Callopistes maculatus y anfibios como Rhinella atacamensis.

  • Serranías, forma característica que toma la Cordillera de la Costa en el límite Este del parque nacional, extendiéndose hacia el mar en el sector sur dando paso a extensas planicies litorales. Las sierras o serranías se caracterizan por ser un conjunto de cumbres formadas por quebradas bastante pronunciadas y por ser el refugio de la vegetación azonal que se encuentra presente en las aguadas que surgen en los fondos de sus quebradas. Su geomorfología permite la penetración de la camanchaca hacia el interior de la unidad a través de corredores de niebla formados por sus quebradas transversales. La presencia de camanchaca en estos sectores produce hábitats muy particulares, permitiendo el desarrollo de una vegetación característica y en gran parte ajena a los efectos de las lluvias esporádicas (Zizka, 1992), facilitando aquí la formación de endemismos locales. En este sector la presencia de vegetación y por ende el endemismo obedecería al aislamiento general de la flora y la restricción de la vegetación a quebradas y áreas de neblina desconectadas entre sí. En esta zona podemos observar fauna y flora similar a la descrita para las formaciones de lomas, con menor abundancia dada la disminución paulatina hacia el interior de la influencia de la camanchaca.
  • Aguadas, los humedales son ecosistemas acuáticos que sustentan una importante diversidad biológica y se caracterizan por un alto grado de endemismo de animales y plantas, constituyendo ambientes críticos para especies seriamente amenazadas (CEA, 2011). Al interior del parque , estos humedales se encuentran representados por las aguadas, que constituyen pozos de agua dulce y salobre producto de la infiltración y movilización de agua subterránea que al acumularse aflora hacia la superficie, proveyendo hábitats azonales que contienen el 8% de flora vascular presente en la unidad (Rundel et al., 1996) representada por especies tales como Distichlis spicata (pasto salado), Sarcocornia fruticosa (sosa alacranera), Paspalum vaginatum (chépica), Juncus acutus (junco), distintos tipos de Nolanas sp, Polyachyrus poeppigii (Borlon de alforja), Frankenia chilensis (flor del salitre), Ophryosporus triangularis (cola de zorro), Tetragonia maritima (oreganillo), Atriplex sp (cachiyuyo) y Heliotropium sp (palo negro). Las especies que representan esta vegetación de tipo azonal tienen requerimientos hídricos permanentes durante el año y su sobrevivencia depende directamente del agua superficial o bien mientras las raíces en el sustrato se mantengan húmedas, siendo un importante sustento para la biodiversidad del Desierto Costero de Taltal, brindando fuentes alimenticias para camélidos (Lama guanicoe) y cánidos como Lycalopex gymnocercus (zorro chilla) y Lycalopex culpaeus (zorro culpeo), además de la diversidad de avifauna presente en este ecosistema. De manera complementaria estos ambientes tienen un gran valor patrimonial-histórico y cultural por el uso en tiempos pasados dado por parte de los habitantes que estuvieron presentes en el territorio (Cepeda, 2014; Correa et al, 2011). Estos ecosistemas se clasifican como Aguada tipo espejo de agua, Aguada tipo Curso de agua y Aguada Mixta. Al interior de la unidad existen diez aguadas que representan el 0,02% del territorio con 84.202,3 m2 (A. Coquimbo, A. Los Sapos, A. Las Chilcas, A. Quinchihue, A. Cachinal de La Costa, A. Guanaco Muerto, A. Planta Esmeralda, A. Planta La Falda, A. La Changa, A. Los Burros).

Se consideran como los ecosistemas más susceptibles ante perturbaciones a escala de cuenca, tanto naturales como de origen antrópico, como la contaminación, destrucción de la vegetación o las variaciones en el flujo de agua por extracción de agua subterránea para la agricultura fuera de los límites de la unidad, siendo compleja su recuperación, y por supuesto, el escaso conocimiento sobre estos ecosistemas para la toma de decisiones sobre la dinámica de estos reservorios de vida (Peña-Cortés et al., 2006; CEA, 2011).

Objetos de conservación del Parque Nacional Pan de Azúcar
Objetos de conservación del Parque Nacional Pan de Azúcar